cuerpos
Colonizados por el discurso que los rechaza
humano, hazte esencial
La exaltación del culto al cuerpo, se ha convertido en un fenómeno social de gran significación. La belleza parece ser el principal capital simbólico. El modelo hegemónico que se persigue es inalcanzable. Los cuerpos de las mujeres, y la diversidad de los mismos, se ven representados en los medios, por un modelo único y humillante. La cancelación de la identidad de las mujeres ocurre bajo la mirada de todo/as, sin que haya una reacción ante esto.
Hoy, los medios de comunicación transmiten un mensaje que parece estar dirigido al cuerpo real, mientras que en el nivel subyacente, existe un metamensaje que está funcionando según la estructura del discurso dominante, creando la sensación de autonomía (‘vos decidís’), de diversidad (‘vos sos única/o’), de posibilidad (‘vos podés’), de libertad/felicidad (‘te sentís/sentirás libre/feliz’) y la inteligencia (‘vos sabés/entendés’).
Así como la luz se materializa al pasar por el polvo, nuestra esencia se manifesta a través de nuestro cuerpo, y este trabajo surge como una invitación a despojarse, una introspección hacia nuestra identidad, una puesta en valor de la diversidad que nos hace auténticos.
Hoy, los medios de comunicación transmiten un mensaje que parece estar dirigido al cuerpo real, mientras que en el nivel subyacente, existe un metamensaje que está funcionando según la estructura del discurso dominante, creando la sensación de autonomía (‘vos decidís’), de diversidad (‘vos sos única/o’), de posibilidad (‘vos podés’), de libertad/felicidad (‘te sentís/sentirás libre/feliz’) y la inteligencia (‘vos sabés/entendés’).
Así como la luz se materializa al pasar por el polvo, nuestra esencia se manifesta a través de nuestro cuerpo, y este trabajo surge como una invitación a despojarse, una introspección hacia nuestra identidad, una puesta en valor de la diversidad que nos hace auténticos.